Robots y Empleo: cuando todos ganamos

En ocasiones cuando comentamos que trabajamos en la creación de robots muchas personas reaccionan de manera crítica comentando que podemos colaborar con la destrucción de empleo. Queremos que la primera entrada en el blog de Utobot sea para aportar nuestra visión sobre el porqué los robots son positivos para la creación de empleo, y especialmente para crear mejores empleos, de más calidad y donde las personas se sientan más realizadas.

Revoluciones Industriales y Ludismo

El temor de que los robots y en general las máquinas destruyen empleo no es nuevo. Ya en la primera revolución industrial entre los años 1.811 y 1.816 surgió en Inglaterra un grupo organizado de personas que luchaban contra los progresos tecnológicos, llegando incluso a destruir máquinas. Este grupo fue conocido como los Ludistas (1). Los Ludistas creían que las máquinas eran las culpables de que algunas personas se quedasen sin trabajo y comentaban además que favorecía la acumulación de riqueza por unos pocos. Movimientos similares se dieron en otras partes del mundo cuando las primeras máquinas revolucionaron especialmente la industria textil, por ejemplo en España se dieron sucesos similares en Alcoy en 1.821.

Visto en perspectiva, es innegable que hoy en día la sociedad tanto de Inglaterra como de muchos otros países industrializados ha mejorado notablemente. La mejora es económica pero también social. Además estos progresos se han realizado además a un ritmo mucho más rápido que antes en la historia de la humanidad. Hay hoy mucha mayor igualdad social que a principios del siglo XIX y el trabajo es mucho menos esclavo. Gran parte de estos progresos se debe sin duda a los avances tecnológicos de las diferentes revoluciones industriales.

Durante el siglo XX y principios del XXI han ido apareciendo personas o agrupaciones neoluditas(2) en varias partes del mundo atacando especialmente los procesos de automatización industriales. Aunque en líneas generales han sido casos aislados y poco importantes pues la gran mayoría de las personas está a favor de la industrialización y de la aplicación de las nuevas tecnologías industriales como forma de progreso natural.

Revolución tecnológica y empleo en el sector servicios

Las revoluciones tecnológicas también llegaron al sector servicios provocando nuevamente temores de destrucción de empleo. En la década de 1.970 se instalaron en EEUU los primeros cajeros automáticos que infundieron miedos por parte de muchas personas que trabajaban en el sector bancario.

Pronto los temores a la destrucción de empleo finalizaron. A pesar del incremento en el número de cajeros automáticos y otros sistemas, desde 1.970 el empleo en el sector bancario en EEUU se ha multiplicado por tres, creando mucho más empleo en proporción que la mayoría de sectores empresariales. Además es probable que la automatización haya permitido que el trabajador bancario pueda aportar mayor valor añadido y por ejemplo dedicar más personas y recursos a la banca de inversión, multiplicando el beneficio indirecto a la sociedad con la creación de empleos en otros sectores beneficiados por la banca de inversión.

Hay muchos otros casos de cambios constantes o transformaciones de empleo en el sector servicios. Hay un ejemplo que nos gusta especialmente como modelo de lo que creemos que también puede pasar en muchas profesiones del sector servicios. Es el caso de los ascensoristas. Fruto de la innovación industrial y el desarrollo de ascensores se creó una nueva profesión, la de ascensorista. A finales del siglo XIX se instalaron ascensores en edificios representativos de América y Europa. La cabina y el manejo del ascensor era complejo y requería un profesional especializado, la necesidad de este servicio encarecía notablemente el servicio del ascensor y el número de ascensores creció muy lentamente. La profesión de ascensorista pervivió hasta la década de los años cuarenta del siglo XX.

Con la evolución de los ascensores y la facilidad del uso, el servicio de los ascensoristas no era a partir de la década de los cuarenta necesario y fue prácticamente desapareciendo. Sin embargo, estos nuevos ascensores y la independencia de tener que contratar a una persona para su uso, pudieron democratizar la utilización del ascensor a edificios de clase media y baja. Hoy hay millones de ascensores en todo el mundo. El empleo de ascensorista se destruyó pero se crearon muchos más empleos como técnicos de montaje y mantenimiento, un trabajo normalmente con mayor formación, valor añadido y salario que el de ascensorista. Por otro lado, muchas más personas pudieron disfrutar de las ventajas del ascensor, haciendo más cómodas la vida en nuestras ciudades. Una vez más la evolución tecnológica no provocó destrucción de empleo sino trasvase hacia un empleo de mayor calidad y mejora para la sociedad.

Qué dicen los datos sobre la relación entre uso de robots y empleo

Podemos realizar un primer ejercicio muy sencillo y llegar a una primera premisa. Los países que más utilizan robots mantienen generalmente un nivel de desempleo muy bajo. En efecto los países que proporcionalmente más robots utilizan son Korea del Sur, Japón, Suecia, Alemania, Dinamarca, EEUU y China. Todos mantienen unas tasas de ocupación muy altas. Es decir existe una aparente correlación entre un nivel alto de utilización de robots y un nivel bajo de desempleo. Esta correlación no explica por si misma las relaciones de causalidad entre ambas variables pero hoy tenemos numerosos estudios(3) que sí aportan luz sobre esta causalidad.

Podemos también analizar esta correlación a escala más microeconómica. Lo haremos además en un entorno a priori menos favorable macroeconómicamente como es el caso de España. Es un país con una tasa de desempleo tradicionalmente mayor que los países similares a su grado de desarrollo, donde podríamos pensar que las ventajas sobre la robotización pueden ser menores por disponer de más personas dispuestas a trabajar y por lo tanto de menor presión salarial.

Se realizó un estudio(4) minucioso de las empresas que adoptaron robots en España entre los años 1.990 y 2.016 frente a las que no adoptaron robots en ese período. Este estudio muestra varias evidencias:

  • Las empresas que adoptaron robots fueron claramente más competitivas, más productivas, crecieron más y tuvieron mayor tasa de supervivencia. Esta conclusión sí es algo que normalmente no está en el debate y que suele ser aceptado incluso por los más críticos con la robotización.
  • Las empresas que adoptaron robots en sus procesos crearon mayor empleo neto, un 10% mayor que las empresas que no utilizaron la robótica. Esto sí es fundamental porque muestra cómo en un período de tiempo medio la correlación una vez más es positiva entre las empresas que utilizan robots y el empleo. Es importante destacar además que el estudio se realiza en un contexto con mayor desempleo que la media de los países de igual desarrollo y que incluso así se crea empleo.

Otro punto común de debate es si la robotización crea más desigualdad social derivados de empleos más precarios. En este sentido la corriente neoschumpeteriana(5) estudia con mucho detalle el asunto, concluyendo que la innovación constante es una de las mejores formas de “ascensor social”. Se argumenta también que el crecimiento en las desigualdades en los países desarrollados de esta última década se da principalmente en sectores de más baja innovación y que la innovación tecnológica en un sector conlleva también a mayor ascenso social.

A pesar de todas estas evidencias y estudios, el miedo a la pérdida de empleo por las nuevas tecnologías y en concreto por la utilización de robots sí está presente en una parte de la población. Estos temores se dan especialmente más si los robots son físicos que si solo es software y son digitales. Parece que es frecuente que se asuma de manera más natural una automatización digital (por ejemplo emails en vez de cartas, plataformas de cine o música en línea en vez de cintas de vídeo, dvds, o discos). Pero se teme más la sustitución del trabajo físico por un robot, probablemente sea más fácil de percibir y quizás también sea reflejo de una falta de conocimiento del impacto general de la digitalización.

En Utobot creemos que estos temores deben ser escuchados y debatidos. Es probable que debamos también quienes trabajamos en automatización y robótica debamos explicarnos mejor. Por eso mismo hemos querido que nuestra primera entrada en el blog tratase este tema.

 

(1) "Luddite", https://en.wikipedia.org/wiki/Luddite

(2) En este sentido recomendamos leer: Jones, Steven E. Against Technology: From the Luddites to Neo-Luddism. Routledge, 2006. https://www.routledge.com/Against-Technology-From-the-Luddites-to-Neo-Luddism/Jones/p/book/9780415978682

(3) Es un tema ampliamente estudiado y en constante debate. Ver por ejemplo: Daisuke Adachi, Daiji Kawaguchi, and Yukiko Saito, “Robots and Employment: Evidence from Japan, 1978 – 2017,” Research Institute of Economy, Trade and Industry, May, 2020. https://www.rieti.go.jp/jp/publications/dp/20e051.pdf

(4) Michael Koch, Ilya Manuylov, Marcel Smolka, Robots and Firms, The Economic Journal, Volume 131, Issue 638, August 2021, Pages 2553–2584, https://doi.org/10.1093/ej/ueab009

(5) Véase por ejemplo el libro: Aghion, Philippe, Antonin, Céline and Bunel, Simon. The Power of Creative Destruction: Economic Upheaval and the Wealth of Nations, Cambridge, MA and London, England: Harvard University Press, 2021. https://doi.org/10.4159/9780674258686 (Traducido al español por la Editorial Deusto bajo el título: “El poder de la destrucción creativa”.)